jueves, 28 de mayo de 2015

24 horas


En plena resaca de las elecciones, 24 horas después de haber ejercido nuestro derecho a voto y de haber intentado mejorar, con el sencillo gesto de depositar una papeleta, la guía de nuestros pueblos y regiones, hay otras 24 horas en las que también podemos “mover el mundo”, con el sencillo gesto de encender una vela: son las 24 horas de Manos Unidas.

“Más allá de nuestras fronteras sigue habiendo multitud de personas que se encuentran al límite de sus fuerzas, viviendo una vida inhumana, pasando hambre, sin acceso a la educación o a la sanidad. Millones de seres humanos viven en condiciones indignas. Este mundo, oscurecido por la injusticia, necesita luz.” Así reza el manifiesto que Manos Unidas nos propone leer con motivo de la tercera edición de las "24 horas que mueven el mundo", la acción de sensibilización creada en 2013 para promover la solidaridad con los pueblos del Sur.

Unirse a esta iniciativa es muy sencillo: se puede encender una vela virtual desde la página web de Manos Unidas en cualquiera de los países donde tienen abierto un proyecto, obteniendo información sobre el mismo y sobre el país. Tu vela la puedes compartir a través de las redes sociales. Pero lo más interesante sería unirse a otras personas, encender una vela real con la pegatina de Manos Unidas, leer el manifiesto de la campaña y hacerse todos juntos una fotografía, para después compartirla el 28 de mayo en el gran evento creado en el facebook de Manos Unidas para tal fin.

Quizá sea sólo un gesto sencillo, pero, si con ello se logra facilitar la reflexión y el juicio crítico sobre los problemas de los países en desarrollo, al menos ya se habrá podido encender una luz: la de tu deseo y voluntad de “mover el mundo”.


24 horas puede que no den para mucho, pero menos son los milisegundos de un flash y consiguen que las cosas se vean mucho mejor.

martes, 12 de mayo de 2015

Electores responsables


He estado mirando los programas electorales de los diversos partidos para las próximas elecciones municipales y autonómicas en Extremadura. No voy a entrar a comentar en detalle ninguno de ellos. Como muchos en todo el país, ante los casos de corrupción, las promesas incumplidas, la decepción por el cambio de orientación en nuestros gobernantes, que lo que antes era sí ahora es no, y tantas otras cosas, creo que nos sentimos con deseos de algo nuevo, distinto, que no por ello ofrecido forzosamente por algún partido de reciente creación.

Aunque unos más extensos que otros, hay programas que definen claramente las líneas de pensamiento e intenciones del partido, cosa de agradecer, porque cuando se ponen las cartas sobre la mesa es más fácil decidir. Otros programas, sin embargo, proponen puntos con una redacción tan ambigua que a la postre pueden justificar cualquier acción que deseen después llevar a cabo. Decir, por ejemplo, que se va a ayudar a la mujer embarazada y no especificar a qué, podría significar tanto darle los medios para portar adelante su embarazo y lo necesario para el mantenimiento de su recién nacido, como ofrecerle abortar. Lo mismo se puede decir de educación o de las propuestas económicas, donde, por muchas promesas que se hagan, al final quien nos va a mandar es la dichosa economía de mercado, o sea, el dinero y quienes lo tienen.

¡Qué difícil tomar una decisión responsable! Y, cuando digo responsable, me refiero a meditada, libre y acorde con la conciencia. Y aquí no vale escurrir el bulto, es decir, escaquearse de votar. No puedes dejar algo tan importante en manos del otro. En primer lugar porque pierdes después el derecho a quejarte, porque lo que tenías que haber hecho era haber ayudado en la elección adecuada y, en segundo lugar, porque si tienes el derecho, también tienes el deber.


¡Se responsable!