Foto: La Razon.es
Debido a esta guerra de cifras, cada periódico titula según le conviene la información. Así para ABC, que ha apoyado la manifestación desde los primeros momentos, y La Razón, que dedica todo un especial a la misma, “más de un millón de personas marchan a favor de la paz”, mientras que para El País se quedan en “miles”. El Mundo habla de “multitud” y de “clamor masivo” y, como si toda manifestación estuviese al mismo nivel, el sábado 17 por la noche junto a la “Multitudinaria marcha” de Madrid colocaba en su web otra de San Sebastián donde “decenas de miles de personas condenan los arrestos de Batasuna”.
En definitiva, un juego de cifras tan curioso como el que hace El País en su artículo que, para desacreditar y restar importancia a la manifestación por la vida, publica una serie de cifras, similares o superiores, de otras manifestaciones anteriores llevadas a cabo por motivos como: la reforma educativa, el matrimonio homosexual, la política antiterrorista o la concentración de familias en Colón convocada por los obispos. Lo que no se ha dado cuenta es que recordando estas manifestaciones, todas ellas celebradas entre el 2005 y el 2009, recuerda a sus lectores que “todas ellas” han sido motivadas por las políticas, según los manifestantes, nada acertadas, del Presidente Zapatero.
Se podría hablar también de que para algunos lo noticiable no ha sido tanto la cifra o el motivo de la manifestación como que haya ido o dejado de ir tal o cual político, o que estuvieron presentes muchos curas y monjas, intentando así restar importancia a la verdadera movilización e iniciativa de la ciudadanía española.
Fuera a parte de todos estos datos, creo que sí es importante recordar, dado que los titulares de los periódicos insisten sobre todo en seguir presentando la vida y las relaciones como un enfrentamiento, y que no se puede hacer nada si no es “contra” algo o alguien, digo que es importante recordar que la marcha del 17 de octubre fue una “Marcha por la Vida”. Añadiría aún más, la marcha puso voz a los indefensos, fue el “grito de los indefensos”. Indefensos que ayudaremos a matar todos con nuestros impuestos si es aprobada la ley, pues, el aborto se ofrecerá “gratis” en los hospitales. Por desgracia, cuando se juega tan “gratuitamente” con la vida, al final termina por degenerarse tanto la condición humana que no sería extraño que la historia nos trate después como monstruos insensibles, “herodes” capaces de asesinar inocentes con tal de mantener nuestro estatus de comodidad y nuestra “permanente infantilidad caprichosa” incapaz de asumir con madurez la responsabilidad para con las generaciones futuras, que encontrarán una España de viejos amargados egoístas, pudriéndose en sus dorados fríos divanes porque no tendremos quien nos atienda y, peor aún, quien nos quiera.
Estuve en la manifestación y fue un canto a la vida y una fiesta de vida y esperanza.
ResponderEliminar