lunes, 25 de enero de 2010

El sacerdote y la pastoral en el mundo digital


Recordando el 150 aniversario del “dies natalis” del santo cura de Ars, san Juan María Vianney, patrono de todos los párrocos del mundo, la Iglesia dedica este año - 2009-2010 - a los sacerdotes. Es el Año Sacerdotal. Razón de más ésta para que el mensaje de Benedicto XVI para la 44 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 16 de mayo, se refiera a la labor pastoral de los sacerdotes a través de las nuevas tecnologías del mundo digital.

La tarea primaria del sacerdote es la de anunciar a Cristo, la Palabra de Dios hecha carne, y comunicar la multiforme gracia divina que nos salva mediante los Sacramentos”, afirma el santo padre, añadiendo que “a este respecto, el sacerdote se encuentra como al inicio de una nueva historia, porque en la medida en que estas nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas, y cuanto más se amplíen las fronteras de este mundo digital, tanto más se verá llamado a ocuparse pastoralmente de este campo, multiplicando su esfuerzo para poner dichos medios al servicio de la Palabra”.

Insiste también que no consiste en estar simplemente presentes en internet, sino que “quien trabaja como consagrado en los medios, tiene la tarea de allanar el camino a nuevos encuentros, asegurando siempre la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus auténticas necesidades”. Para ello el sacerdote “ha de unir el uso oportuno y competente de tales medios con una sólida preparación teológica y una honda espiritualidad sacerdotal, alimentada en el diálogo con el Señor”.

Y “sin olvidar que la fecundidad sacerdotal deriva sobro todo de Cristo, al que encontramos y escuchamos en la oración, anunciamos con la predicación y el testimonio, y lo conocemos, amamos y celebramos en los sacramentos”, nos invita a vivir también la “dimensión universal de la Iglesia para una comunión amplia y concreta” a través de las nuevas perspectivas pastorales del mundo digital, donde ya no hay fronteras.

El mensaje del Papa para esta jornada se publica siempre el 24 de enero, festividad del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales. Por tanto, Felicidades a todos los que trabajáis en los Medios de Comunicación Social.

Para escuchar y opinar (03)

Ya conté en una ocasión que para una de las asignaturas que cursamos en la Universidad de la Santa Croce de Roma hacíamos una serie de podcast. Aquí va nuestro tercero.

Esta vez el tema que nos dio pie para hacerlo fue el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero. El mensaje llevaba como lema: "Si quieres promover la paz, protege la creación". Como siempre, el podcast es en italiano.

(Nota: si la reproducción no comienza al picar sobre el reproductor, dale a "actualizar página")

El podcast quiere incluso hablar a través de la música elegida, que hace referencia al contenido del texto. Esta es la distribución:

Introducción:
- Voz: Martin Kramara
- Música: Oiche chiuin (ENYA - 2008 - And Winter Came)

Primer fragmento:
- Reflexión y Voz de: Geyner González 
Música: Dreams Are More Precious (ENYA - 2008 - And Winter Came) 

Segundo fragmento: 
Reflexión y Voz de: Shyju Parackal 
- Música: Climbing up Iknimaya – The path to heaven (James Homer – AVATAR) y Pure Spirits of the forest (James Homer – AVATAR)

Tercer fragmento:
Reflexión y Voz de: Juan Luis Casillas 
Música: Musica de Verano (Clorofila I) 

Cuarto fragmento: 
- Reflexión y Voz de: Martin Kramara 
- Música: O come O come Emmanuel (ENYA - 2008 - And Winter Came); y Spirit of Chrismas past (ENYA - 2008 - And Winter Came)

Canción final: I see you (Leona Lewis – Theme from AVATAR [tomada del videoclip de YouTube)

Montaje y selección de la música: Jesús Luis Viñas.

viernes, 22 de enero de 2010

La dificultad de permanecer en silencio para salvar la vida


“Un burro, cuando prueba la sangre, se vuelve loco y ya no obedece”, decía mi amigo Celso mientras me contaba la historia que le había llevado al hospital, donde le hicieron un injerto en la zona del talón de Aquiles.

Celso es un hombre que tiene experiencia con los animales y en las labores del campo, vive con su familia en un pueblo del norte de Cáceres, España, pero lo que le acababa de suceder era algo increíble. El burro que había heredado de su padre había cogido últimamente la costumbre de morder a la gente, hasta ahí algo normal en ciertas caballerías, pero aquel día, en el olivar, el burro le pilló a traición, mientras caminaba delante de él, el animal lo enganchó por el talón, lo tiró al suelo y, antes de que pudiese reaccionar, la bestia se recostó sobre él, con la mala suerte de que incluso los brazos le quedaron aprisionados. Sin poderse mover, comenzó a pedir ayuda a gritos, pero cuanto más gritaba, más mordisqueaba el asno su pierna.

Hasta que comprendió que sólo si permanecía en silencio el acémila se sosegaría. Y así fue. Permaneció callado, con gran dificultad, aguantando el inmenso dolor y ya, cuando el burro creyó que su presa había fenecido, se alzó liberando a mi amigo. Celso reaccionó rápidamente y se subió a un olivo. Mientras pedía auxilio a gritos, el animal, enrabietado y aún cegado por el olor de la sangre, no se movió de debajo de él. Por fin, gracias al cielo, llegó la ayuda y fue liberado.

El rabino Ricardo Pacifici, presidente de la comunidad hebrea de Roma, recordaba ante el Papa, en la visita que éste ha realizado a la sinagoga de dicha ciudad, que “el silencio de Pío XII ante la Shoah duele todavía como una actuación que no se hizo”. Sin embargo, el mismo Pacifici recordaba en primera persona que, gracias a la intervención directa de tantos fieles cristianos, religiosos y el mismo Vaticano, fue como muchos judíos salvaron la vida.

Queda claro que la Iglesia en aquel momento habló, y lo hizo con claridad, a través de los gestos, acogiendo en sus casas a los hebreos, camuflándolos y escondiéndolos a los ojos del ejercito nazista. Habló de amor, de vida, y de dignidad humana por encima de raza, cultura y religión.

Yo me pregunto, ¿qué hubiese pasado si Pío XII hubiese abiertamente levantado la voz contra el Nazismo? Seguramente que, como el burro que no dejó de morder a mi amigo Celso hasta que este hizo el esfuerzo de callarse, Hitler, loco y ávido de sangre, habría hecho aún más daño.

Si tantos judíos y no judíos salvaron la vida, fue también en parte gracias al gran esfuerzo del Papa Pio XII de mantenerse callado, aun a pesar del dolor y sufrimiento que le provocaba ver como el mayor burro de la historia seguía mordiendo inocentes.

El cine educa


El cine es hoy un poderoso canal para la trasmisión de pensamientos, valores, creencias y visiones de la vida. Así, por muy espectacular, bien pensadas y pronunciadas que sean las conferencias sobre el cambio climático y el ecologismo que por el mundo da el premio nobel de la paz y ex-candidato a la Casa Blanca, Al Gore, no tendrán el efecto persuasivo que está teniendo la nueva película de James Cameron. Cuando uno se acerca a una conferencia, normalmente intenta llevarse consigo el juicio crítico que le ayude a filtrar las palabras del conferenciante, pero cuando uno va a la sala de cine es para no pensar mucho, dejarse llevar y disfrutar a lo grande. Por eso, si la película es cinematográficamente espectacular, su mensaje cala sin que nos demos cuenta, pues, nuestras defensas están bajadas.

Para un cristiano, su firme formación filosófica, moral y religiosa deberían ser el arma eficaz para quedarse con lo bueno de aquello que ve, el trigo, y ser capaz de ver críticamente los contravalores que le acompañan, la cizaña, por usar una comparación con la parábola evangélica.

Estoy convencido que muchos jóvenes y adolescentes católicos se han acercado estos días a ver Avatar. Ciertamente su formación humana y cristiana aún no es sólida, pero si algo bueno tiene además el cine y sobre todo aquellas películas que han gustado a todos, es que dan pie a poder hablar de ellas casi ininterrumpidamente, lo cual es muy aprovechable, porque puede ayudar muy mucho a encauzar críticamente el mensaje.

En el post anterior destacaba los muchos valores de este film, aunque ciertamente estoy también totalmente de acuerdo con las críticas que desde el periódico “Osservatore Romano” se le han hecho. Avatar presenta, según el cotidiano de la Santa Sede, “una apología del panteísmo, una fe que hace a Dios igual a la naturaleza y llama a la humanidad a una comunión religiosa con el mundo natural”, todo ello en una historia que “hace caer en el sentimentalismo”.

Con alguna crítica cinematográfica en la mano y el mensaje cristiano claro, bien se puede aprovechar la coyuntura del éxito del imaginario mundo de Pandora para reforzar la formación de los jóvenes cristianos y los no tan jóvenes, apelando a una realidad manifestada en el film: sólo por el diálogo puede llegar el entendimiento.

domingo, 3 de enero de 2010

AVATAR. Un Western futurista cargado de valores



Con una trama de sobra empleada en el cine, una bellísima historia de amor en un mundo de fantasía, enmarcada en una especie de “conquista del oeste”, James Cameron nos presenta una superproducción que desde el inicio te cautiva por el realismo de las imágenes en 3D y la hermosura de los paisajes y colores del planeta Pandora. Una humanidad materialista, sin dios y avara de dinero y poder, busca explotar nuevos mundos con el empleo de una fuerza basada en una maquinaria bélica al estilo “Terminator”, pero choca con la oposición de un pueblo indígena y salvaje incapaz de comprender la necesidad del progreso humano. Un ambicioso proyecto científico permitirá el acercamiento, estudio y diálogo con el pueblo indígena.

Aquí es donde entra el descubrimiento de los grandes valores que dicho pueblo encierra y que nos recuerdan, en parte, a los valores y tradiciones cristianas. Desde un impresionante proceso de iniciación, donde un padrino, elegido por la comunidad, que con el ejemplo personal enseñará y acompañará al protagonista en su tarea de aprender sus tradiciones, costumbres y creencias: El respeto de la vida, la aceptación de la muerte, el matrimonio indisoluble, el valor de la oración; hasta que, haciéndolo todo suyo, es incorporado al pueblo a través de una prueba que sirve de bautismo de fuego y una gran ceremonia de confirmación, definida como un nuevo nacimiento. La unidad, el amor y el sacrificio martirial son también valores destacados y las verdaderas armas contra el mal, añadidos a los efectos de una oración sincera.

En definitiva, un film para disfrutarlo y meditarlo.

Cáritas, portada de revista



Seis meses después del informe anual de Cáritas sobre la crisis en España, los voluntarios de esta ONG vuelven a ocupar la portada de una revista. El 20 de diciembre XLSemanal los calificaba de “héroes del año”.
 
En un artículo, cargado de testimonios personales, la revista pone al descubierto las graves consecuencias que la crisis está produciendo en la sociedad española. El aumento del paro, la imposibilidad de pagar hipotecas y préstamos e incluso los recibos de luz, agua o gas, ha hecho que la asistencia a los servicios de las Cáritas parroquiales haya aumentado. Aunque lo más graves es que todo ello está provocando que las familias se vean obligadas a demandar también alimentos ante la imposibilidad de adquirirlos.

Es cierto que ha aumentado el número de voluntarios, a la vez que la misma Cáritas ha destinado más recursos para intentar paliar los efectos de la crisis en los más necesitados. No menos cierto es que la solidaridad, ya sea en donativos directos, como a través de las colectas parroquiales, ha crecido considerablemente. Y, en definitiva, todo ello está significando una silenciosa denuncia de unas políticas gubernamentales que, por el momento, no están dando una verdadera solución a la crisis, sino que, al contrario, sumado a un gasto estatal superior a sus ingresos, está llevando al país por el camino de la bancarrota y el hundimiento económico de las familias.

El desatino de no saber lo que se quiere


El axioma relativista “yo hago lo que me da la gana”, siguiendo a Robert Spaemann en su libro “Ética, Cuestiones fundamentales”, implica el tener claro qué es lo que realmente me da la gana, o sea, qué quiero realmente, en el fondo. Pero resulta que este matiz se olvida y se interpreta sólo como un capricho temporal y en la mayoría de las ocasiones irreflexivo.

Esto es lo que parece estar pasando en nuestra sociedad encabezada por un gobierno que no tiene claro qué es lo que quiere. Así el 17 de diciembre votaba en el congreso de los diputados la nueva ley del aborto libre, de la que se felicitaban muy mucho las ministras promotoras del mismo, aun a pesar de que se estaban quitando a sí mismas la patria potestad sobre sus hijas que abortarán sin su consentimiento, bueno, qué digo, si ya se lo han dado de antemano.

Lo curioso es que los diputados votaban como autómatas a las órdenes de sus partidos, algunos aún en contra del ideario del propio grupo, inducidos a acallar sus conciencias, porque la cuestión sobre la que se decidía era de obligada obediencia, no fuese que alguno tuviese remordimientos y fuese a pensar que un niño es más importante que un toro, ya que sorprendentemente los socialistas catalanes sí habían dado libertad de voto para decidir sobre la fiesta taurina en Cataluña.

Mientras se aprobaba dicha ley salía a la venta en las farmacias otra píldora abortiva, la del quinto día después, por si la del siguiente día no era suficiente.

Menos mal que las familias cristianas españolas sí saben lo que quieren. Así lo demostraron el 27 en Madrid, desafiando fríos y temporales, en una Eucaristía festiva y a la vez reivindicativa de la verdadera familia, la formada por un padre y una madre unidos en matrimonio, comprometidos, como células básicas de cada sociedad, en la cimentación y crecimiento de la misma y en la acogida de cada nueva vida, deseada o no, pero siempre bien recibida y amada.